Sarah Ortega Delgado

“Después de haber amamantado a dos bebés, pensé que lo sabía todo, ¡pero luego llegó el bebé número tres! Mi hijo menor no pudo obtener un buen agarre que me causó mucho dolor. Deanna me mostró cómo adaptar mi técnica para que Álvaro pudiera obtener la leche que necesitaba y yo pudiera alimentarlo cómodamente. Sé que habría dejado de amamantar si no hubiera sido por el apoyo y la orientación de Deanna. Puedo decir felizmente que he amamantado con éxito a Álvaro más tiempo que a mis otros hijos porque fue un placer no tener dolor con la lactancia.”

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