Productos para tu bebé: Lo que de verdad necesitas y lo que no
Joana y Tomás van a tener su primer hijo. Joana está embarazada de siete meses y preparándose a fondo para la llegada del recién nacido: lee todas las revistas especializadas que caen en sus manos, rastrea internet y navega durante horas en Instagram para aprender a ser una mamá al día y conocer todas las cosas y productos para bebés que, según publican, no pueden faltar en casa. Tomás empieza a preocuparse por la cantidad de productos que Joana está adquiriendo y sus efectos sobre el presupuesto familiar. Él no entiende cómo un niño tan pequeño puede necesitar tantas cosas, pero cuando pregunta a Joana si realmente todo eso que quiere comprar es realmente necesario, Joana contesta que está segura de que “el niño va a necesitar esto,” e insiste hasta que Tomás accede y ella completa la compra. En realidad, el siempre cede porque quiere a su mujer y quiere verla feliz y disfrutando de cada momento del proceso de convertirse en madre.
Joana es como muchas mamas primerizas. Está muy emocionada por la llegada del bebé y dispuesta a intentar ser la mejor madre del mundo. Cree que, leyendo revistas, buscando información y consejos en internet o comprando un montón de ropita y productos para bebés, está haciendo lo necesario para asegurarse de que, cuando nazca, a su bebé no le falte de nada para estar sano y satisfecho. Sin embargo, Joana no se da cuenta de que las empresas del sector saben perfectamente cómo se siente y dirigen sus técnicas de venta hacia su entusiasmo y su afán por tener todo preparado para la llegada del recién nacido. Joana debe comprender que lo que más necesita un bebé en sus primeros días es, antes que nada, que sus padres le quieran y le cuiden. Sabiendo esto, los papás y mamás primerizos como Joana y Tomás podrán ahorrarse muchos gastos innecesarios y concentrarse en cómo dar a su bebé los mejores cuidados para garantizar que crece sano y seguro.
En realidad, los bebés no necesitan mucho. Pensando en padres primerizos, una lista básica de objetos materiales y productos que deben estar en casa cuando llegue el bebé debe incluir:
• Pañales, de tela o desechables
• Ropita básica como bodies o pijamas largos o cortos, calcetines y gorritos
• Mantas ligeras
• Una silla para el coche
• Una cuna
• Leche maternal o de formula y, en este último caso, biberones
• Abrigo de invierno tipo buzo, si el bebé nace en los meses fríos
Esto es, básicamente, todo lo que vais a necesitar durante las primeras semanas tras el nacimiento del bebé. Lo mejor es no comprar demasiada ropa porque es imposible saber qué tamaño y constitución tendrá el niño o niña: puede ser largo y delgadito, o regordete y pequeñín. Algunos bebés nacen pequeños y, otros, bastante grandes. Además, las etiquetas en la ropa de bebé, que suelen indicar de 0 a 3 meses o de 3 a 6 meses, son bastante relativas, ya que no hay tallas estandarizadas para este tipo de prendas y cada casa fabrica con diferentes patrones y tamaños. Por tanto, lo mejor es esperar a que nazca el bebé antes de comprar mucha ropa. Además, éste va a crecer muy deprisa durante las primeras semanas, así que tampoco hace falta invertir mucho en llenar el armario de ropita que se va a quedar pequeña en muy poco tiempo.
Asimismo, hay muchos objetos y productos para bebé que realmente no te van a hacer falta, tales como mantitas ajustables con velcro para envolver al bebé, bañeras, juguetes con luz y sonido, columpios y un sinfín de cosas que se publicitan como “imprescindibles” y que en realidad son, no solo innecesarias, sino a veces incluso contraproducentes para los recién nacidos. Éstos ya están bastante sobreestimulados con la experiencia de salir del vientre materno al mundo exterior; no necesitan aún más estímulos mientras se van adaptando al nuevo entorno. Lo que de verdad quieren es acurrucarse entre tus brazos protectores, tu voz que les tranquilice, mimos y cariños, así que puedes ahorrarte tranquilamente un buen montón de cacharros y de gastos.
No obstante, hay algo en lo que los padres no beben escatimar gastos: un asesoramiento de calidad. Si tienes problemas al dar el pecho a tu bebé, busca a un asesor de lactancia. Si el niño tiene cambiados los horarios de sueño y comida, acude sin dudar a un experto en desarrollo neonatal. Si el bebé sufre de cólicos, ve al pediatra de inmediato. La información disponible en internet, que puede subir cualquiera, puede resultar insuficiente, llevar a confusión o directamente ser falsa. Ni siquiera todos los libros están escritos por autores con experiencia y preparación adecuada. Mejor, busca e invierte en el asesoramiento de profesionales cualificados y con experiencia en los temas que te preocupen. Para ayudarte a ti misma y a tu recién nacido, no hay nada más importante que obtener respuestas claras y fiables ante cualquier duda que pueda surgir.
No caigas en el marketing agresivo dirigido a los padres primerizos y evita comprar demasiados objetos innecesarios. En cambio, no dudes en invertir en asesoramiento profesional y de calidad para que te ayude a dar los mejores cuidados a tu bebé desde el primer momento.
Fuentes:
Diaz Meneses, G. (2013). Breastfeeding: an emotional instinct [Dar el pecho: un instinto emocional]. Breastfeeding Medicine 8(2), doi: 10.1089/bfm.2012.0079.
King, D. (2014). Marketing wearable home baby monitors: real peace of mind? [Publicidad de monitores portátiles de vigilancia de bebés: ¿De verdad aportan tranquilidad?] British Medical Journal, 349.g6639. ISSN 0959-8138.
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