¿Por qué tu recién nacido no duerme?
La maternidad, es una etapa que sin lugar a dudas cambiará tu mundo por completo. Para algunos, se trata de un cambio de 180º, llegando a ponerlo todo patas arriba. Por supuesto, con un amor que no puedes explicar, infinito pero que no para de crecer, donde todo se reduce a tu pequeño y sus momentos juntos.
En esta etapa, especialmente en los primeros días, hay cientos de dudas rondando por tu cabeza y lo único que quieres es hacerlo bien. Entre las dudas más frecuentes está la alimentación, sus cuidados y sus horas de sueño, siendo estas últimas, un verdadero reto. De su descanso también depende el tuyo y cuando no duerme todo se complica.
En este artículo te vamos a explicar por qué tu recién nacido no duerme. Además, te daremos algunos consejos para combatir este contratiempo.
Motivos por los que tu recién nacido no duerme
Desde que nacen hasta los 6 meses aproximadamente duermen alrededor de 16 horas al día.
Si tu recién nacido no duerme, tranquila, es algo mucho más común de lo que podrías llegar a imaginar. Le ocurre a cientos de miles de madres, especialmente las primerizas. Aunque existen muchas causas, entre las más comunes podemos citar las siguientes:
Hambre
Debes tener presente que los patrones de sueño de los recién nacidos se forman en torno al tiempo que les toma alimentarse – digerir – vigilia – dormir. Sus cielos se establecen alrededor de los 50 minutos de sueño y 90 minutos de vigilia.
Por supuesto, el hambre es la razón principal por la que el recién nacido no duerme. Debes tener presente que su estómago es muy pequeño y necesita ser alimentado con bastante frecuencia. Sobre todo, si está atravesando un brote de crecimiento.
Un bebé recién nacido puede necesitar comer cada hora. Por eso, si lo ves angustiado o desesperado y no puede dormir, intenta alimentarlo.
Cansancio
Así como el hambre es la principal causa, el cansancio es otra de las más frecuentes. Aunque parezca difícil de creer, como padres, pocas veces le prestamos la suficiente atención.
Los recién nacidos, muchas veces están tan cansados que les cuesta dormir con facilidad. Es ahí cuando se vuelven irritables y donde viene el llanto continuo.
Para atender esta situación es necesario estar atentos a las señales que nos dan los pequeños. Por ejemplo, apenas empiecen a dar señales de cansancio como bostezar, frotarse los ojos o tirarse de las orejas, ponlo a dormir. Además, con la rutina que han ido estableciendo, ya sea con ayuda de canciones, pequeños movimientos o la que te resulte efectivo.
Sobreestimulación
Como padres, especialmente primerizos y tras todos los estudios, queremos mantener estimulados a nuestros pequeños para que su desarrollo sea óptimo. No obstante, debes saber que cuando lo haces frecuentemente durante el tiempo de vigilia, los resultados no serán del todo buenos, al menos en su rutina de sueño.
Recuerda que además los recién nacidos no se llevan del todo bien con las voces fuertes, las luces brillantes y la actividad continua.
Cuando lo veas angustiado, un poco nervioso y especialmente cerca de la hora de la siesta o su hora de dormir en la noche, llévalo hasta una zona tranquila. Aquí, ponlo junto a tu pecho y ve hablándole poco a poco y verás como se irá calmando y dormirá.
Incomodidad
Debemos dejar por sentado que esta es la causa que cuesta más identificar. Aunque esté tranquilo, en silencio y recién comido y aún así no puede dormir y llora, busca ofrecerle mayor comodidad.
El primer paso es revisar su pañal. Si está sucio o mojado, comprueba que esté en la temperatura adecuada. Puede que tenga frío o calor, algo de calentura o quizá la almohada le esté molestando. Los gases son una causa frecuente. Intenta alzarlo y sacarlos según la rutina que ya tenéis juntos.
Te echa de menos
Así como la alimentación es fundamental, también lo es la tranquilidad y esa sensación de refugio que sienten cuando están en tus brazos.
Cuando tu recién nacido parezca molesto, ponlo sobre tu pecho, piel con piel. Verás que se irá calmando casi inmediatamente, especialmente si habéis estado separados durante varias horas durante el día. Eso es que simplemente te echa de menos.
Consejos para ayudar a un bebé a dormir
Los bebés no establecen ciclos regulares de sueño hasta alrededor los 4 meses de edad. A pesar de que puedan dormir 16 horas diarias, seguidas lo harán 2 como máximo. No obstante, es fundamental crear una rutina desde las primeras noches.
Aquí te dejamos algunos consejos o recomendaciones para ayudar a que tu recién nacido duerma:
- Cierra las cortinas de la habitación donde duerme el bebé. A menor entrada de luz, más tranquilo se sentirá.
- Evita los ruidos fuertes.
- Alimenta a tu bebé unos 20 a 30 minutos antes de intentar dormirlo.
- Un baño calientito en la noche le ayudará a relajarse.
- Háblale con voz baja y calmada.
¿Por qué es importante cuidar el sueño de los bebés?
Al nacer, los bebés todavía necesitan desarrollar diferentes órganos, funciones y capacidades. El sueño es el momento donde se llevan a cabo la mayoría de estos. Por eso, es tan importante que puedan hacerlo de manera adecuada.
Dormir correctamente permite la segregación de una mayor cantidad de hormonas del crecimiento. Además a fortalecer el sistema nervioso y el crecimiento de los órganos.
Cuando descansan, los bebés tienen una mayor predisposición al aprendizaje. Además, se previenen trastornos metabólicos.