Cinco consejos efectivos para fomentar la disciplina en los niños. ¿Cómo exigir disciplina y hacer que los hijos nos obedezcan? Debemos saber que los niños necesitan de límites para saber qué esperamos de ellos.
¿Sabes ya cómo vas a «soltar amarras» a la hora de afrontar un cambio de residencia a otro país? ¿Cómo saber si estás preparada para el despegue? ¿Tienes claro cómo afrontaréis una mudanza familiar y vivir en el extranjero a partir de ahora?
¿Sabes con seguridad si está tu hijo preparado para afrontar un cambio de residencia? ¿Te has preguntado alguna vez cómo puedes apoyar a tu hijo en su proceso de «soltar amarras» antes de seguir adelante para afrontar una mudanza? En este artículo vamos a tratar las consecuencias que esto puede traer y cómo afrontarlas.
Establecerdisciplina y límites para el niño según la edad que tenga es una preocupación constante de los padres, y este es el tema que voy a tratar en este artículo.
¿Piensas que consentir demasiado a tu hijo le esta impidiendo ser feliz? Si crees que te puede estar ocurriendo, te recomiendo que leas este artículo donde te doy algunas pautas y consejos.
Los caprichos y el consentimiento excesivos, cuando son demasiado frecuentes y sin marcar límites, arrebatan a los niños la sensación de placer, pues no se les da la oportunidad de disfrutar de momentos únicos y extraordinarios. Los niños a los que se les consiente en exceso nunca tienen la sensación de que algo es excepcional, puesto que todo lo dan por sentado. Lo único en lo que un niño consentido se puede centrar es en cómo puede conseguir más.
Si te sientes abrumada y desbordada por vivir en el extranjero, a continuación te voy a facilitar 3 sencillos pasos para hacerte con el control de la situación.
Cuando eres expatriado y vives en el extranjero puede llegar un momento en el que acabes cuestionándotelo todo. El periodo de «luna de miel», si tienes la suerte de haber disfrutado de uno, con el tiempo acaba por desvanecerse y te deja desorientado, sin saber por dónde sopla el viento. El enfrentarse constantemente a situaciones tensas (p. ej., tráfico estresante, barreras lingüísticas, incapacidad para encontrar cosas indispensables para la vida cotidiana) reduce nuestra capacidad para pensar con claridad y hace que podamos perder la confianza en nosotros mismos y en aquellos que nos rodean.
