Cómo jugar seguros en el parque

Afortunadamente, la mayoría de las lesiones en el parque se resuelven fácilmente con una tirita, un abrazo y un beso. Sin embargo, pueden ocurrir lesiones más graves, incluyendo contusión o conmoción cerebral. Recientemente el Center for Disease Control estadounidense ha publicado datos que reflejan que las lesiones relacionadas con juegos infantiles en el parque han aumentado más del 50% entre 2005 y 2013, con un aumento del 60% en traumatismos cerebrales.

Aunque con el paso de los años los parques se han vuelto más seguros gracias a la instalación de superficies blandas debajo de las áreas de juego, la tasa de lesiones sigue aumentando. Los columpios y las escaleras de mono son los juegos que causan más accidentes debido a la velocidad y a la altura, respectivamente. Además, el riesgo de lesiones está relacionado con la edad y con el tipo de juego. Los columpios y los toboganes se relacionaban con conmoción cerebral en niños de 0 a 4 años. Los niños de 5 a 9 años tienen más probabilidad de accidente mientras juegan en columpios y escaleras de mono. Finalmente, los niños de 10 a 14 años de edad tienen más probabilidades de sufrir lesiones en columpios, escaleras de mono o aparatos de ejercicios instalados en el parque.

Jugar al aire libre es una parte importante del desarrollo infantil. Mientras juegan, los niños refuerzan su desarrollo físico practicando su equilibrio, flexibilidad, fuerza, velocidad y resistencia. Además, al estar al aire libre, lejos de pantallas y equipos digitales, los niños a aprenden otras formas de entretenimiento. Asimismo, la socialización inherente al juego en el parque que ocurre mientras los niños usan el mismo espacio y los mismos juegos fomenta hábitos saludables relacionados con compartir, con el concepto de equidad y cooperación. Por lo tanto, mientras que debemos tratar de reducir los riesgos de accidente, es importante tener en cuenta los beneficios que aporta el juego al aire libre.

¿Qué pautas seguir para reducir el riesgo de accidentes en los parques infantiles?

Los padres pueden ayudar a reducir el riesgo lesiones siguiendo algunas pautas sencillas al llevar a sus hijos al parque:

  • Asegurarse de que el parque tenga un material blando debajo de las áreas de juego, como virutas de madera, arena o caucho.
  • Leer los carteles del parque para saber si los juegos son adecuados para la edad del niño.
  • Inspeccionar las instalaciones para asegurarse de que están en buen estado de funcionamiento y tienen barandillas adecuadas para evitar caídas.
  • Mirar alrededor para identificar cualquier otra causa potencial de caídas como tocones de árboles o bancos rotos.

¿Qué debemos enseñar a nuestros hijos para jugar seguros en el parque?

Además, los padres pueden reducir el riesgo de accidente enseñando a sus hijos unos cuantos hábitos saludables que ayudarán a su desarrollo:

  • Enseñar a los niños a identificar y reaccionar correctamente al sentimiento de miedo. El miedo es un instinto natural de auto-preservación que los humanos tienen para evitar el peligro.
    • Algunos miedos hay que superarlos, mientras que otros temores están destinados a evitar accidentes. Los padres pueden enseñar a los niños a identificar su miedo y evaluarlo para ayudarles a tomar la decisión correcta.

  • Llevar a los niños a un parque apropiado para su edad y sus posibilidades. Evita llevar a los niños a parques con juegos demasiado avanzados para ellos.
    • Ver a otros niños en un juego que es demasiado avanzado para su habilidad natural puede llevar a algunos niños a participar en actividades para las que sus cuerpos y mentes no están todavía listos, lo que puede resultar en lesiones.

  • No ayudar a los niños a acceder a equipamientos o juegos que no pueden manejar de forma independiente. Poner a los niños en situaciones de las que no pueden salir por sus propios medios aumenta el riesgo de lesiones.
    • Muchos padres, con la mejor intención, ayudan a sus hijos a subir más alto, columpiarse más rápido, o acceder a equipamientos a los que el niño no podría llegar de forma independiente. Esto crea situaciones en las que los niños no están seguros y, si el padre no está atento a ellos el 100% del tiempo, puede causar lesiones o caídas.

  • Vigilar el grupo de niños que juegan juntos e intervenir si algún miembro está alentando prácticas inseguras. Los padres pueden ayudar a redirigir a los niños hacia actividades más seguras.

Cabe señalar que es imposible evitar completamente el riesgo de contusión o conmoción cerebral. Si los niños caen desde una altura elevada o salen despedidos con fuerza de los columpios o de los tiovivos mientras juegan, no dudes en llevarlos al médico para una evaluación. La buena noticia es que las estadísticas muestran que el 90% de los niños llevados a urgencias por lesiones relacionadas con accidentes en el parque son dados de alta tras la exploración inicial.

El tiempo en el parque fomenta el juego al aire libre que es beneficioso para el bienestar físico y mental y para el desarrollo social de los niños. Los padres pueden incidir en estos beneficios promoviendo el juego físico varias veces por semana a la vez que reducen el riesgo de lesiones siguiendo unas sencillas directrices. Evaluar la seguridad del parque en términos de estructura y funcionamiento, limitar las actividades de los niños a aquellas que se adapten a sus capacidades físicas y mentales, y supervisar los juegos ayuda a mantener a todos seguros, sanos y felices.

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